(Chincha Alta, Perú, 1953).
Temblor de fábula
para tu
acoso dulcísimo de mar
guarde mi
entraña
para tu
vientre indócil
para tus
manos sabias
para tu boca
amarga
sin querer
traigo un olor a triste
aromas de
inmensidad por explorar
sin querer
eres desierto de incalculables áreas
huérfano de
horizontes ajeno a los oasis
un entrevero
de horas largas
un teorema
insoluble de fósiles grabados
en tu divina
espalda
y sin querer
cuando no
estás conmigo
ruego que me
sepulte el agua
que se
pierda el lenguaje
someterme al
castigo del Areópago
morir en
estado de fuego perpetuada
trémula
columnata
triturada
ahorcada
feroz
pañuelo rojo
nudo fatal
de diez pulgadas
marinera
cuerda aquí en mi cuello
saber signos
de hielo aquí en mi pecho
Diademas de
dolor triunfantes córtalos
En mi devoto
pubis
palidez y
mal agüero
Tu sabes
como es
cuando no
estás conmigo
Vivo un
temblor de fábula
Me guardo
entonces
Completamente
Hasta mañana
Para sentir
de nuevo en mis entrañas
tu acoso
dulcísimo de mar.
Soy un caballo
Soy un
caballo
Indómito
impenitente
Un caballo
cierto inverosímil
Haciendo mía
una carrera delirante
Insolentando
cábalas
Estrechando
mis crines con tormentas
Rompiéndome
los cascos entre piedras
Perdido el
norte
Por una
memoria roja y asombrada
Surcando
praderas con huellas de patas empolvadas
y mi
estiércol
signado por
la hierba
Con ríos de
sudor sin cauces
regando
espigas muertas
Soy un
caballo
Con
sensación de brasas en el cuerpo
Que degüella
al viento con el cuello
Vibrando a
cada paso
Con un furor
extraño
Con ese olor
a lejanías
Con aquel
lujo inútil de tener la sangre hirviendo
Y vivo un
vértigo perpetuo
Derrocho
violentamente adrenalina
Amo el sol
Y soy amante
ciego de aguaceros
Del
relámpago y la brisa
Me muevo
ardiendo bajo este vientre azul
tan cóncavo
y perfecto
Soy un caballo
Una rara
suerte de huracán cayendo por el suelo levantándome
Bordeando
abismos
Ventilando
ironías
Un caballo
que ama con estrépito
Sin
adormecer instintos
Un caballo
que espera finalmente
una metamorfosis
dura hacia la nada
Y un galope
sereno hacia el silencio
Voy hiriendo
mis ancas
Sin sangre
ni anestesias
Lamiendo mis
heridas
Con
escrupulosa exactitud
Sufriendo
una agonía casi humana
Mientras que
en instintivo gesto
Mastico
yerbas secas
Mecidas de
este a oeste
Y voy
errante y voy errando
Altivo en mi
locura
Sudando
gastándome
Pasando
apresurado por orillas siempre eternas
Sumiéndome
gigante en el misterio
Sin frenos
ni riendas ni destino
Mi andar se
torna recio
Las espinas
del camino son espuelas
Me vuelvo
eléctrico
Indecisas
mis orejas no
escuchan más
al trueno
Y mis ojos
condolidos
Agravan su
mirada
Sin llegar a
medir riesgos en los desfiladeros
Y se hace
piel el pelo
Soy apenas
un cuadrúpedo en silencio
Alucinando
una confusa majestad
de mi sombra
sin un reino
Y están
presentes curvadas flautas de bambú
en círculo
perfecto
Mi rumbo
está perdido
Mi norte
yace muerto
Atravieso a
ciegas una alfombra trajinada
por los
otros
Y mis marcas
que son nada
se quedan
prisioneras de un desierto
Vadeo un río
Y nada más
parece que yo estuviera huyendo
De mi sombra
de mis vicios
Y de pronto
un relincho quebrando este silencio
Bajo el
manto que hice mío y que me abriga
A mí tan
grande tan blanco tan mojado
Y a la
mañana no soy má
s que la
evocación de
un frívolo
placer
Un zoológico
secreto de alquimistas
El sustento
de alguna tarde de buitres
con anemia
O el objeto
del deseo de potrancas
confundidas
en corrales con su celo
Soy un
caballo triste
Mezclado con
sigilo
con extrañas
variedades de huesos
de animales
muertos de hace tiempo
Mimetizando
un cuerpo largo y tenso
Con
infinitas carreteras
con los
frutales colores de un semáforo
O la
estúpida altivez de rascacielos
Hay ironía
en mi pellejo
Hay dolor en
mis temblores
Hay orgullo
y junto a mí ángeles y espectros
Soy un
caballo solo
Tal vez
triunfante tal vez vencido
Con los
músculos de piedra esqueleto de hierro
y el corazón
de carne
Sin un
corral
Sin amos
Corriendo
desbocado una sorda carrera
Porque una
noche hace ya un tiempo
Bebí de un
manantial sagrado
Y comprendí
que esa carrera loca
Era una
forma venerable de morir